¿JAIME AZOCAR tiene un espectáculo de tangos? Dije asombrado cuando mi bella amiga Patricia Guzmán me invitó al Mesón Nerudiano, del Barrio Bellavista. No tenía una idea de lo que sería esa noche tibia de sábado de una primavera que se bate en retirada.
Un lugar acogedor a las faldas del San Cristóbal; la madera se funde con las piedras y da la impresión de que hemos viajado en el tiempo, así es El Mesón Nerudiano.
JAIME es dueño de un gran vozarrón, grave y profundo, ideal para los grandes tangos; pero su vena de actor lo lleva más allá del canto; hilvana un historia de amor que se va convirtiendo en tango, como un triste guion de la vida de cualquiera. Relata la historia con ardor y canta el tango con pasión.
Enrique Santos Discépolo fue el centro de unos cuentos verídicos y entretenidos, dramáticos por supuesto y sus más grandes creaciones; además de Marianito Mores y la selección de los tangos más grandes de la historia. Fue, sin duda, una noche memorable, que ya me quiero repetir.